‘Nunca le des por muerto: Joe Biden is here.’
No todo en política está escrito ni mucho menos. Son ya varios los casos donde un político estaba en la UCI y ha acabado saliendo de ella con muchísima fuerza. En España un gran ejemplo es Pedro Sánchez, a quien sus propios compañeros de partido echaron de la secretaría general del PSOE y ahora mismo es presidente del gobierno bajo las mismas siglas.

Si nos fijamos en las primarias del Partido Demócrata en Estados Unidos vemos como Joe Biden, uno de los grandes favoritos para alcanzar la nominación demócrata a la presidencia, antes de que los simpatizantes comenzaran a votar, se había desinflado en las encuestas tras el caucus de Iowa, la primera prueba en este largo proceso previo a las elecciones presidenciales de noviembre de 2020.
Ahora mismo, tras el llamado coloquialmente Super martes, debido a que es la fecha donde más estados llevan a cabo su particular votación en este proceso de primarias, Joe Biden se ha colocado como gran favorito para disputarle el despacho oval a Donald Trump. Todo esto sucede, en parte, por el grandísimo resultado obtenido por Biden en el estado de Carolina del sur, donde ya partía como favorito, debido al gran número de población afroamericana de dicho estado, grupo donde el antiguo vicepresidente de la administración Obama obtiene mejores resultados que sus oponentes demócratas.
Joe Biden, tras conocerse la mayoría de los resultados del Super martes entra eufórico, con su mujer y su hermana, al escenario donde le esperan un centenar de simpatizantes y compañeros de campaña para celebrar la victoria electoral de esa noche. El candidato demócrata, renacido, como si se hubiera hecho con la presidencia del país comienza el discurso:
“Hola, hola, hola, hola. Es una gran noche, es una gran noche. Y va a ir mejorando. Por algo se llama Super martes. Aquí está mi hermana pequeña Valerie y mi mujer Jill. Aún es pronto, pero las cosas van terriblemente bien. Para los que han sido derribados, contad lo que queda, esta es vuestra campaña. Hace unos días los rivales de Preston dijeron que la campaña se había acabado. Entonces llegó Carolina del Sur. Decían que en el Super martes se terminaría todo, quizás se ha terminado para otro. Decídselo a nuestros compañeros en Virginia, Carolina del norte, Alabama, Tennessee, Oklahoma, Arkansas, Minnesota y quizás en un momento Massachussets.”
El candidato, claro vencedor de la noche electoral, al ir nombrando los estados en los que había ganado recibía la respuesta del público entre gritos de euforia, como en un partido de fútbol mientras suena por megafonía la alineación del equipo local. Se puede observar como claramente hace mención a la remontada que ha protagonizado, de estar prácticamente fuera a ir por delante.
El candidato demócrata y antiguo vicepresidente representa el ala moderada del partido, esto en cierta manera nos lleva a pensar que en su discurso no apela tanto a los sentimientos de los ciudadanos, como pueden hacer otros candidatos. Su discurso político está basado en la estabilidad, la moderación, la continuidad del legado de Obama, en el cual participó desde primera línea y en el antipopulismo, que según el representan, por un lado, Donald Trump y, por otro lado, su primer gran rival a batir, Bernie Sanders, candidato favorito a la nominación hasta hace unos pocos días.
Al candidato en el ala izquierda de los demócratas se le han complicado las cosas y es que varios oponentes se han retirado de la carrera y le han dado el apoyo a Joe Biden. Pete Buttigieg y Amy Klobuchar en la víspera del Super martes y tras este, Michael Bloomberg, ex alcalde de Nueva York y oponente que más dinero ha invertido en esta campaña, 500 millones de dolares. Se ha formado un frente moderado en el partido demócrata en contra de Bernie Sanders, al cual se le acusa, en cierta manera, de ser demasiado extremista en algunas de sus propuestas. Ahora mismo la situación que se puede ver es: el “establishment” representado por Biden contra Sanders.
“La gente está hablando de una revolución, nosotros creamos un movimiento” dice en referencia a la campaña de Bernie Sanders, engrandeciendo la suya.
“Podemos hacer cosas extraordinarias. Nuestra agenda es progreso, es una visión. Donde la asistencia médica sea asequible y para todos en América. Donde los precios de los medicamentos estén bajo control y no haya sorpresas en las facturas. Invertiremos billones de dolares, os lo prometo, en tratar de curar el cáncer, el Alzheimer y la diabetes. Pararemos a la Asociación nacional del rifle, lideraremos el mundo para parar el cambio climático. Empezaré volviendo al acuerdo de Paris. Tendremos una educación donde la calidad no dependa del código postal. Wall Street no construyó este país, vosotros construisteis este país, la clase media construyó este país”.
Con estas palabras en su discurso muestra propuestas con las que la mayoría de los demócratas están de acuerdo. Habla de rebajar las tasas de la asistencia médica y de conseguir que todos los ciudadanos puedan acceder a ella sin arruinarse. Por otra parte, hace referencia al control de armas, al cambio climático y a la educación, pilares básicos del partido demócrata en estos momentos. Dentro de los partidos no suele haber demasiadas diferencias ideológicas, lo que hay son diferentes maneras de llevar a cabo las propuestas. Por un lado, vemos a Bernie Sanders muy ambicioso con la sanidad pública, y por otro, a Joe Biden acusándole de no ser claro al explicar cómo lo pagaría y queriendo retomar el Obamacare.
“Somos mejores que este momento, mejores que este presidente. Recuperemos el país, Estados Unidos de América, no hay una sola cosa que no podamos hacer. Vamos a hacerlo compañeros” concluye el discurso.
No hay que olvidar que el gran objetivo de todos los candidatos no es hacerse solo con la nominación demócrata, sino con la presidencia de los Estados Unidos. Esta campaña provoca que los candidatos se recorran el país de punta a punta, de Maine a California, y les da alas para las elecciones presidenciales de finales de año, por lo tanto, las confrontaciones con Donald Trump tienen que ser frecuentes. No se busca solo un modelo de partido, sino un modelo de país.

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