‘Elecciones italianas: algunos apuntes sobre Compol’
En el curso político que nos llevará a las #Elecciones2023 existen diferentes fechas marcadas en el calendario. La celebración de las elecciones municipales, las autonómicas o las elecciones nacionales serán los hitos más importantes, pero los comicios italianos han destacado por una serie de aspectos que nos ayudarán a encarar este año tan intenso.

En España las últimas encuestas apuntan a un posible cambio de bloques en la política nacional, dando paso a un gobierno de PP y VOX, en Italia hemos visto cómo este viraje a la derecha al contrario que en España lo ha liderado la organización política de extrema derecha, Fratelli d’Italia. Giorgia Meloni se convertirá en la primera mujer en liderar un gobierno italiano apoyado por los partidos de Salvini y el incombustible Berlusconi, que con 86 años volverá previsiblemente a un gobierno del país.
Aunque es cierto que la política de Italia es compleja y no se puede extrapolar a la realidad de nuestro país, sí que podemos analizar unos puntos que serán de utilidad para nuestro futuro próximo.
1) El voto obrero lo está perdiendo la izquierda.
En Italia hemos comprobado cómo la derecha ha cosechado resultados más que aceptables en las regiones del sur del país, en los feudos históricos de la izquierda, algo similar a lo ocurrido en Andalucía en las recientes elecciones autonómicas en las que arrasó el proyecto de Juanma Moreno (PP).
Esto se produce por los problemas de la izquierda en conectar con su electorado más clásico, que ya no se ve representado en las propuestas y discursos que se realizan desde sus organizaciones.
2) El miedo a los discursos de la extrema derecha ya no funciona.
Y relacionado con el punto anterior, observamos como frente a los discursos populistas de la extrema derecha o la capacidad del centro derecha para adaptar su estrategia según el territorio, como sucedió en Madrid con Ayuso o Moreno Bonilla en Andalucía, la izquierda frecuentemente sólo recurre a agitar el miedo de un gobierno de la extrema derecha cayendo en la trampa que sus propios adversarios le ponen.
3) El Partido Popular europeo está en horas bajas.
Francia, Italia o Portugal constatan que el Partido Popular Europeo está en horas bajas, cosechando malos resultados en estos países. En Francia, Valérie Pécresse tan sólo consiguió un 4,8% para los Republicanos, descendiendo más de 15 puntos respecto a 2017. En Italia, el partido de Silvio Berlusconi ha bajado del 14% en 2018 al 8,1% cosechado en estas elecciones. O en Alemania, donde el partido de Merkel perdió el gobierno en favor de los socialistas alemanes.
Por tanto, España es una de las excepciones actuales de Europa donde parece que el proyecto del Partido Popular recobra fuerza, superando con creces según las últimas encuestas los resultados obtenidos por Rajoy en 2016.
4) El discurso anti-Europa va calando más en la sociedad.
El discurso anti-europeísta está siendo cada vez más enarbolado por algunos partidos que cuestionan la utilidad de pertenecer a la Unión Europea. Esto se debe a que en tiempos de crisis como los actuales, la población empatiza con esos planteamientos ya que Bruselas queda muy lejos y encuentran culpables lejos de sus fronteras.
5) Duros reveses para los gobiernos que gestionaron la pandemia.
Otra tónica frecuente que estamos encontrando durante las elecciones post pandemia, es que los votantes están castigando a los gestores de esta crisis mundial. Obviamente hay excepciones, pero el caso de Francia donde Macron pasó en la segunda vuelta de un apoyo del 66% de los votos en 2017 a en estas últimas votaciones un apoyo del 58,5%, o el caso de Italia, España o Alemania, confirman que los votantes castigan en muchas ocasiones la gestión sobre este aspecto si la oposición sabe conectar con sus problemáticas.

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