‘5 Claves para trabajar la campaña permanente’
La campaña permanente es una herramienta que tienen los gobiernos para aumentar la significación y la identificación que tiene la ciudadanía que gobiernan con estos, tratando de aumentar el número de adeptos al gobierno, convirtiendo esta unión en un futuro apoyo electoral en los próximos comicios.
Es decir, se trata de un recorrido a largo plazo en el que los y las gobernantes tienen que ser capaces de adaptarse de forma eficaz y eficiente a los cambios que marca una sociedad hiper conectada.

En la actualidad, con un panorama cada vez más volátil y donde la infidelidad de voto es cada vez mayor, el volumen de personas indecisas es mucho más notable que hace unos años por lo que la captación de este voto se hace, si cabe, aún más fundamental que épocas anteriores.
Esta situación, unida a la acción de los partidos políticos a nivel comunicativo-electoral, hace que el panorama político viva en una situación de tensión electoral permanente, que no en todos los casos se ve traducida per se en una campaña permanente.
Desde hace unos años, esta campaña permanente también ha sido adoptada por algunos de los partidos que se encuentran en la oposición, tratando de aprovechar los errores que cometen los partidos que ostentan las responsabilidades gubernamentales. De hecho, si echamos un vistazo al pasado más reciente de la historia política de nuestro país, podemos comprobar como en los últimos años, todos los partidos políticos españoles que estaban, o están, en la oposición, han subido la intensidad y el ritmo de sus ataques a los gobiernos de turno con el objetivo de generar ese ambiente de que estamos en una campaña permanente.
A continuación, me gustaría remarcar 5 claves para trabajar, y entender mejor, la campaña permanente:
1. Objetivos principales. Dentro de una campaña permanente es fundamental alcanzar con éxito una serie de objetivos principales. Estos son la elaboración de una estrategia; con unos objetivos reales, medibles y alcanzables; una planificación de las acciones a desarrollar para alcanzar estos objetivos; y la elaboración de unos mensajes que nos ayuden a nuestro objetivo final.
2. Medios. La campaña permanente tiene que ser entendida como una actuación global que se lleve a cabo por todos los canales de comunicación disponibles, estableciendo una conexión entre todos ellos, evitando caer en la elaboración de diferentes campañas según el medio al que nos vamos a dirigir. Esto es lo que Xavier Peytibi acuñó como “Campañas Conectadas”, uniendo el on y el offline. En definitiva, la campaña permanente tiene que estar presente en nuestra comunicación tradicional y en nuestra comunicación digital, fomentando la “retail politics” con el objetivo de establecer contacto directo con la ciudadanía con el objetivo de mejorar nuestra marca y posicionamiento político.
3. Recomendaciones. Más allá de los grandes aspectos que se comentan en este artículo, hay una serie de pequeños consejos que considero de mucha utilidad por la efectividad que tiene en los resultados finales. Estos son: crear equipos de trabajo pequeños, con los responsables por áreas y las tareas bien definidas; calcular bien las cargas de trabajo y las horas invertidas con el objetivo de no invertir más tiempo del necesario en acciones accesorias; no salirse del guión establecido, a no ser que surja alguna situación excepcional; conocer el mayor número de herramientas posible, tanto físicas como digitales, con el objetivo de ser lo más eficaces y eficientes posibles en nuestro trabajo; establecer una estrategia partido-institución común, que tendrá un plan de acción distinto según el altavoz que utilicemos en cada momento; activar e involucrar a nuestro cuerpo de activistas, haciéndolos partícipes de todo nuestro trabajo a lo largo de la legislatura, y no solo en los últimos meses de campaña; construir un relato creíble con el posicionamiento de nuestro partido y candidato o candidata; y realizar acciones a pie de calle que nos permitan interactuar con la ciudadanía en todo momento, tratando de ser cercanos y empáticos con los problemas que nos transmiten y buscando soluciones para poder resolverlos.
4. Principales errores a evitar. Algunos de los errores más comunes a los que me he encontrado a lo largo de mi trayectoria profesional son: no tener los objetivos claramente definidos, ya que si no sabemos dónde queremos llegar, difícilmente vamos a conseguirlo; la falta de constancia en la acción política, si aparecemos y desaparecemos como el Guadiana, nuestra credibilidad y reputación quedará en entre dicho; estar más pendiente de lo que hace el adversario político que del propio trabajo, siempre vamos a obtener más y mejores beneficios si nos centramos en trabajar para nuestro proyecto, que si estamos solamente fiscalizando lo que hacen los demás; centrar única y exclusivamente la campaña en mensajes negativos, la campaña negativa es importante, pero no puede ser solo nuestro único hilo discursivo; no tener un buen equipo de trabajo, si no estamos rodeados de gente válida y trabajadora, difícilmente tendremos la materia gris y el músculo para poder desplegar nuestro potencial; estar constantemente cambiando de rumbo, lo que algunos denominan ser veleta, ya que nuestro electorado no sabrá realmente qué es lo que queremos para ellos; pensar que simplemente por gobernar ya vas a ganar las elecciones, el exceso de confianza es uno de nuestro peores enemigos; y uno de los más comunes, pasarse muchas más horas en el despacho que en la calle, lo que nos impide establecer relaciones directas con la ciudadanía.
5. Beneficios. Si realizamos una buena campaña permanente, aumentaremos las posibilidades de recabar un mayor número de votos ya que la significación y adhesión del electorado será mucho mayor que si solo trabajamos en el último período previo a las elecciones o, en su defecto, realizamos un trabajo político-comunicativo deficiente cometiendo algunos de los errores anteriormente mencionados.
En definitiva, la campaña permanente nos ofrece una posibilidad inmejorable para poder hacer realidad nuestro proyecto político para mejorar la vida de nuestros vecinos y vecinas, marcando así el camino y no depender de la acción de otros actores políticos y sociales.
Publicado originalmente en la página web de Alex Comes.

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